Capítulo 2

Manio y Claudia una vez casados se fueron de Pompeya en primavera. Un día para entretenerse fueron al teatro, haber una obra del dramaturgo favorito de ella, Los suplicantes. Todo iba con normalidad hasta que un hombre murió en la interpretación. Al momento, alrededor de el se encontraba un rincón policial, Fleviano Lépido y el mejor profesor de Manio,  El Griego. Estos intentaban averiguar el porque de esto hecho que no tenía nada que ver con esta obra y sorprendió a todo el mundo.

Capítulo 1. Roma no paga traidores

1. Había una vez dos chicos llamados Manio y Claudia, los pobres huérfanos, que se amaban mutuamente hace más de nueve años. Hasta que un día...Manio le pidió matrimonio a Claudia, la cual dudosa aceptó, pero le propuso varias condiciones, una de ellas era que ella no quería tener hijos hasta los veinte años. Por el 13 de abril contrajeron matrimonio. Al final, al cabo de algún que otro discurso con Quartio, la vieja Livia aseguró un futuro muy bonito, en el que traeran al mundo varios hijos.